martes, 15 de marzo de 2011

Psicologia

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la edad de la persona a la cual nos referimos, un adolescente en etapa temprana (13-14 años), en la mayoría de los casos puede padecer un desarraigo importante.

Esto último, depende del tipo de vínculo establecido con su grupo familiar o personas con quienes interactúa en su lugar de origen.

Si el vínculo establecido es de una fuerte simbiosis; el riesgo de desarraigo será potencialmente factible.

Debemos considerar, entre otras cosas. Tipos de identificaciones, madurez intelectual y emocional; posibles etapas del desarrollo no superadas sastifactoriamente.

En síntesis el desarraigo como factor de riesgo: debería evaluarse mediante exámenes psicológicos y psicopedagógicos.

Para concluir esta reflexión; abrir una nueva puerta hacia el futuro, debe transformarse en una situación gratificante, aún con los obstáculos y dificultades a sortear.

Si sabemos de donde venimos, es menester de la sociedad ayudarnos a caminar en nuevos senderos.

Nihuel Cabuli

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